Boca precisaba ganar. Lo necesitaba desde lo deportivo, para no quedar tan lejos de la cima de la Zona B, pero también desde lo anímico, para que lo psicológico no empiece a jugar su partido en la cabeza del plantel en la cuenta regresiva rumbo al Superclásico. Kevin Zenón fue la gran figura del partido. El joven exhibe una soltura para jugar con la siempre pesada casaca azul y oro que sorprende. Definió con enorme categoría en el 1 a 0 (que le robó Merentiel en la línea cuando la pelota entraba igual) y con precisión para sellar el 2 a 0. En el medio: clase, manejo, lucidez y una rabona exquisita que despertó aplausos en la Bombonera. A Boca le falta aceitar sus engranajes para potenciar las individualidades que tiene en forma de equipo. Pero eso se logra con tiempo, y en el fútbol solo se consigue con victorias. Fue la primera vez que Diego Martínez suma los tres puntos como DT de Boca en la Bombonera, algo que también contribuye a trabajar con serenidad y enfocarse en Lanús, el próximo rival, antes de focalizarse en River.